martes, 4 de julio de 2017

Aprendiendo a Caminar

Increíble pero cierto, dejando de lado mi pasión, una vez mas te falle, me detuve en el tiempo, malgaste tiempo y esfuerzo para alejarme de ti.

Disculpa mi imperfección, nunca quise dejarte sin alas para crecer, nunca pensé que me podía alejar tanto tiempo de ti, no se puede tapar el sol con un dedo, no puedo escapar de ti, pues mi vida se a hecho un tormento dejando de estar aquí, dejándote sin contenido dejándote sin pasión.

Los tiempos han cambiado y la luz entra por aquella ventana rota, la humedad me acongoja como también la angustia de saber si mañana podre ver las estrellas o si se seguirán escondiendo tras de aquellos miedos que perturban este ying yang.

De los momentos malos salen las sonrisas más sublimes, de los momentos buenos salen quizás los recuerdos más tristes, todo es un ying yang que necesita equilibrio, necesita ser fuerte de alma y no de corazón, que la razón nunca prime sobre el sentimiento noble de un alma soñadora, que solo viva la paz en nuestro día a día, eso se llama armonía con uno mismo.

Ser fuerte, ser capaz, ser música, ser fotografía, ser recuerdo, ser parte de la vida, decisión o convicción de ser feliz, sin la preocupación mercantilista y tan necesaria para llegar a los objetivos trazados por un corazón confundido y en busca de paz.

La tranquilidad de aquella conversación, la preocupación de aquella lagrima que trata de llegar a su cause, aquel soñoliento deseo, la carne es mas poderosa que la mente ya que no entienden un idioma universal, aquella armonía perfecta escondida detrás de aquellas sonrisas que añoran desprender sus palabras favoritas


“Sueños – Esfuerzo – Conviccion – Risa – Llanto y Perfeccion”

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